Patio Romano

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Cenar en Córdoba Flamenquín cordobés

Restaurante Patio Romano

flamenquin

Una de esas recetas que gustan a todos, pero especialmente a los amantes del jamón y el queso.

Si se piensa en un plato que puede usarse tanto de tapa como de plato principal, el flamenquín es perfecto para cenar en Córdoba por su versatilidad en cuanto a tamaño, las formas de presentar (acompañado de guarnición si se desea) y la rapidez de cocinarlo.

Eso sí, no se debe caer en el error de confiarse, pues un flamenquín cocinado sin cuidado puede ser desastroso.

Si les parece, vamos a descubrir los detalles de una sabrosa receta de un flamenquín que pueden degustar en su propia casa o, también, en su viaje a Córdoba.

¿QUÉ LLEVA UN FLAMENQUÍN?

La lista de ingredientes del flamenquín será la siguiente:

-Lomo de cerdo

-Jamón serrano

-Pan rallado

-Huevos

-Aceite

-Sal

-Patatas (para la guarnición)

-Pimiento del piquillo (para la salsa)

(De forma opcional hay quien les añade queso, pero la receta original no lo incluye)

¿CÓMO SE PREPARA EL FLAMENQUÍN?

En una tabla limpia o envuelto en papel film, golpear el filete de cerdo con cuidado y uniformidad hasta darle el grueso deseado. Es mejor tomar algo de tiempo en la tarea para conseguir un resultado con mejor aspecto.

Cuando esté a nuestro gusto, añadir un poco de sal al filete y colocar unas lonchas de jamón a lo largo del filete (en caso de querer añadirle queso, sería el momento de colocarlo).

Ahora, procurando que no se descoloquen las lonchas, enrollar el filete tal que las lonchas de jamón queden dentro a modo de relleno.

Repetir estos pasos tantas veces como flamenquines quieran hacerse.

Tomar un cuenco aparte y batir unos huevos (depende de la cantidad de flamenquines), preparando además un plato o bandeja con el pan rallado. Será necesario tenerlo todo preparado y al alcance de la mano porque ahora viene el paso de rebozar y freír el filete.

Poner el aceite a calentar en una sartén y esperar a que esté listo para usarse (es fundamental que no se queme).

Entonces, tomen un flamenquín, sumérjanlo en el huevo batido y, cuando esté bien empapado, rebócenlo en el pan rallado. De ahí pasará a la sartén con aceite, donde se dorará hasta que consideren. El tiempo de reposo dependerá de la temperatura a que esté el aceite (se recomienda un fuego fuerte para freír rápido y sin que se deshaga el flamenquín)

¿QUÉ PUEDE DECIRSE DE LA GUARNICIÓN?

Cada cocinero tiene su propia técnica y preferencias a la hora de diseñar una guarnición.

Lo más típico es prepararlo con patatas, aunque el modo de preparar estas va al gusto. En nuestro restaurante las preparamos con patatas panaderas, ya que crean un contraste delicioso con la textura crujiente del flamenquín y hacen que el plato no resulte plano.

Además, añadimos una salsa de pimientos del piquillo para dar un toque picante y jugoso, además de sumar algo de verduras al conjunto que sorprenda a los paladares que esperan algo típico.

Porque en Patio Romano nos gusta seguir las recetas tradicionales y, si es posible, darles un toque personal, si le ha gustado esta receta y desea saber cómo la preparamos nosotros, no pierdan tiempo, vengan a cen reserven ya en nuestro restaurante. Garantizamos que se sentirán como en casa.